¿Por qué es tan importante la autoestima?

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¿Por qué es tan importante la autoestima?

La autoestima ha creado tanto interés durante tanto tiempo ya que es una de las pocas dimensiones de comportamiento que se extiende a través de todo el espectro de la existencia humana, tal como el tema de la personalidad y la identidad:

  • En un extremo del continuum del comportamiento humano, la baja autoestima es mencionada usualmente respecto a varios trastornos mentales, tales como la depresión, la ansiedad, y los problemas de aprendizaje.
  • Hacia el medio del continuum, podemos encontrar a la autoestima en términos de los problemas cotidianos de la vida, que incluyen dificultades relacionadas con los fracasos, las perdidas, u otras contratiempos que nos pondrán a prueba durante el curso de nuestras vidas.
  • Finalmente, hacia el otro extremo del continuum, la autoestima se relaciona con cosas tales como la salud mental, el éxito personal, vivir con efectividad, y hasta la “buena vida”.

Todos sabemos en qué consiste la autoestima ya que es un fenómeno humano. Pero tal como el conocimiento del sentido común, existen serias limitaciones que comienzan a surgir a medida que nos acercamos a examinarlo más de cerca.

Si bien tenemos una mera idea general de lo que significa la autoestima, tal como nos lo es revelada a través de nuestra propia introspección y observación de la conducta de los demás, resulta difícil poner ese conocimiento en palabras precisas.

Dependiendo de cómo uno defina el concepto de autoestima es un asunto crucial porque las definiciones poseen poder: nos ayudan a dar forma a lo que podemos y omitimos ver, qué métodos elegir y cuáles no, y los criterios de prueba que usamos para aceptar  o rechazar la evidencia o conclusiones.

¿Cuál es el principal pilar del autoestima?

La autoestima como Competencia

Según algunos autores la autoestima es la relación entre nuestras “actualidades” y nuestros supuestos “potenciales”; una ecuación en donde nuestras “pretensiones” son el denominador y el numerador nuestros “logros”:

Tal ecuación puede incrementarse al disminuir el denominador como incrementar el numerador.

En esta definición James definió la autoestima en términos de acción, acción que es exitosa o competente. En este caso, se observa que la autoestima depende de dos cosas: las esperanzas, deseos o aspiraciones del individuo, que se denominan “aspiraciones”, y su habilidad para realizarlas, la cual requiere de su “competencia”. Por lo tanto, esta definición tiende a centrarse en los resultados del comportamiento y el grado de discrepancia entre el “sí mismo ideal” y el “sí mismo real”.

Sin embargo, James dio un paso más allá para que se entienda que ni el éxito o la competencia general en sí mismas no constituyen la autoestima. Es decir, es la competencia en áreas que son importantes para el individuo en tanto ser humano único y particular lo que determina si el éxito (o fracaso) en sí mismo tiene significancia para su propio sí mismo.

Comprender a la autoestima en términos de competencia no solamente ha sido la primera forma en concebirla, sino que, al día de hoy, sigue estando entendida de tal manera.

Pero desafortunadamente existe un problema en concebir la autoestima de esta manera, pues si la autoestima es definida solamente como competencia, entonces es verdaderamente contingente a los éxitos y fracasos. Debido a que el éxito nunca dura para siempre y debido a que el fracaso siempre es posible, esta perspectiva de la autoestima significa que el éxito es un cimiento frágil por el cual construir una identidad o incluso una vida entera.

La autoestima como Sentido de Valía

A mediados de la década de los ´60 se introdujo otra forma de definir la autoestima en términos de un tipo particular de actitud, una que se cree estar basada en la percepción de un sentimiento, sentimiento sobre la “valía” o valor como persona.

La autoestima es una actitud positiva o negativa hacia un objeto en particular, a saber: el sí mismo. La alta autoestima expresa el sentimiento de que uno es “suficientemente bueno”. El individuo siente que es una persona de valor, se respeta a sí mismo por lo que es, pero no se para delante de sí mismo con admiración ni espera que los demás hagan lo mismo. No se considera a sí mismo necesariamente superior a los demás.

Un acercamiento más moderno sobre la comprensión de la autoestima como valía se encuentra entre los teóricos cognitivos como Seymour Epstein: es una evaluación global favorable de uno mismo.

Si se considera a la autoestima solamente en términos de valía, esto significa que el concepto puede asociarse tanto con características positivas como la dignidad, el honor, la concientización, como con características negativas tales como el egoísmo, la arrogancia, el orgullo, el sentido de superioridad, el narcicismo y la agresión.

La autoestima como Competencia y Valía

A fines de la década de los ´60, se definió a la autoestima como dos aspectos interrelacionados: un sentido de eficacia persona y un sentido de valía personal. Es la suma integrada de la auto-confianza y el auto-respeto. Es la convicción de que uno es competente para vivir y digno de vivir.

Branden dice que los seres humanos poseen una necesidad básica de valía personal pero que solamente puede obtenerse actuando en forma competente, es decir, racionalmente, a la hora de tomar decisiones. La competencia, en este caso, significa enfrentar la realidad en forma directa y luego tomar decisiones racionales, que son aquellas que permiten al individuo resolver problemas de forma realista. Los objetivos racionales son aquellos que son personalmente significativos, pro-vida, y no comprometen la integridad como persona tanto en su diseño como en su ejecución. Por lo tanto la autoestima es una fuente psicológica altamente preciada que debe ser ganada, no puede perderse, y necesita ser mantenida en todo momento.

Por otro lado, conectando el sentido de valía con la competencia significa que sentirse bien con uno mismo no refleja necesariamente la autoestima: tal sentimiento debe ser racional, basado en conductas apropiadamente correspondientes. En otras palabras, el sentido de valía es el resultado de encarar acciones saludables y evitar las destructivas, una condición que la hace difícil de conectar a la autoestima con el narcicismo o el lado oscuro de la autoestima.

Modelo de 2 factores

Este modelo de dos factores se relacionó con las investigaciones culturales, en términos de sociedades individualistas y colectivistas. Si bien ambos tipos de sociedades aprecian la necesidad de que un individuo demuestre competencia y sentido de valía, cada una tiende a poner énfasis en un componente de la autoestima sobre el otro. Los norteamericanos tienden a enfatizar el lado de la competencia porque acentúa al individuo y el éxito. Mientras que los Asiáticos son más adeptos a enfatizar el sentido de valía porque esta cultura se encuentra más orientadas a los grupos y utilizan más las relaciones interpersonales para mantener junta a la sociedad.

La competencia se basa en parte en el grado al cual un individuo es capaz de iniciar una acción y desarrollarla hasta concluir exitosamente, especialmente respecto a lidiar con problemas de forma efectiva y en términos de alcanzar objetivos personales significativos. La competencia por lo tanto incluye conceptos tales como motivación, auto-eficacia, y otros aspectos de estilo cognitivo, tanto como habilidades, todas las cuales con procesos psicológicos interpersonales.

El sentido de valía es más un sentimiento que una conducta, más una evaluación que un resultado, y siempre involucra valuaciones subjetivas de valor. Tales conceptos como “correcto” e “incorrecto”, “bueno” o “malo”, “sano” o “enfermo”. Por lo tanto, posee fundamentos más interpersonales y sociales.

¿Cuáles son los 4 tipos de autoestima?

Si se considera a la autoestima solamente en términos de competencia, esto significa que el individuo debe vivir en un constante estado de vigilancia y siempre estar atento a las amenazas para luego encontrarse dispuesto y listo para  tomar acción contra ellos en un sentido u otro. Por lo tanto, la persecución de tal tipo de autoestima seria demasiada “costosa” y estaríamos estudiando formas de deshacernos de ella en vez de aumentarla.

Si se considera a la autoestima en términos de sentirse bien con sí mismo sin conectar tal creencia o experiencia a la realidad a través de la expresión de un conducta apropiada y correspondiente, esto llevaría a confundir el termino con el narcisismo, egoísmo, y hasta indeseable.

Es la idea de que tanto la competencia como la valía trabajan en conjunto para crear ambas la autoestima es lo que hace que la definición sea distinta, dinámica y poderosa.

1. Niveles de Baja Autoestima

1.1 Autoestima Negativa

No todas las personas que viven con una autoestima negativa alcanzan niveles clínicamente significativos. Sin embargo, la condición es claramente negativa por cuanto limita posibilidades y disminuye el sentido de bienestar o felicidad. Este tipo de autoestima se la denomina “negativa”, por cuanto sugiere que constituye un cierto tipo de estilo de vida problemático, sin más.

Las personas con este tipo de Autoestima se encuentra más preocupados en conservar esta fuente de valor psicológica que en arriesgarla. Por lo tanto, utilizan un número de métodos para evitar pérdidas, tales como el mantenimiento de un bajo sentido de expectativas, utilizando estrategias de auto-handicap, y evitando tomar riesgos. Si bien este tipo de autoestima no alcanza significación clínica, posee un alto costo en términos de perderse de muchas oportunidades en la vida.

¿Cómo es una persona con baja autoestima?

1.2 Baja Autoestima Clásica

Existen 24 condiciones clínicas que se encuentran asociadas con un nivel de baja autoestima según el DSM-IV.

Si bien la Depresión es la que más comúnmente se asocia con un diagnóstico de baja autoestima, ésta última también juega un papel central en desordenes de ansiedad, conductas alimenticias, déficits atencionales, etc.

2. Niveles de Autoestima basado en la Valoración

2.1 Autoestima centrada en la Aprobación

Debería ser posible poder diferenciar entre las dos tipos de autoestima desbalanceadas que son frecuentemente confundidas con una genuina alta autoestima.

Este tipo de autoestima se relaciona con la aceptación o aprobación de los demás. Tal problema de autoestima puede tomar la forma de alcanzar la idea de perfección de algún padre o compañero, vivir consecuentemente con un estándar externo social o religioso que no sea necesariamente parte del sistema de valores personales; mantener un alto estatus social a todo costo; o solicitar amor y atención a través de la dependencia, servilismo, o sexualidad, etc.

Son personas que buscan la aprobación de los demás como una forma de sentirse bien consigo mismos. Para las personas que viven con este tipo de autoestima, la incongruencia de poseer un sentido de valor pero sin demostrar un grado correspondiente de competencia, debe ser evitada. Consecuentemente, estos individuos tienden a convertirse en sensibles a la crítica cuando surge el tema. Además, pueden llegar a obtener un desempeño pobre en sus trabajos y racionalizar su desempeño al evitar confrontaciones, realizar excusas, culpar a los demás, etc. Otras personas con este estilo de autoestima exhiben su fragilidad en formas más obvias tales como solicitar constantemente retroalimentación positiva constante. Otros llegan a creer en su exagerado sentido de auto-importancia, negar sus bajos logros, y actuar de tal forma que el lenguaje ordinario los etiquetaría como “snob”, “consentido” o “careta”.

Tales personas son frecuentemente inconvenientes o molestos si, por ejemplo, uno tiene que convivir o trabajar con ellos, pero no son diagnosticables ya que los comportamientos en esta parte del cuadrante no alcanzan la significación clínica.

2.2 Autoestima Narcisista

Las personas que demuestran un exagerado sentido de su auto-importancia, aquellas que dieran la sensación de que esperan que los demás reconozcan automáticamente su personalidad o habilidades especiales, y aquellas que reaccionan demasiado fuertemente cuando alguien cuestiona sus contribuciones o logros, pueden estar demostrando problemas de auto-estima  suficientemente severos para alcanzar un diagnóstico de trastorno de personalidad narcisista. Además es posible concentrar aquí al delirio de grandeza y hasta la manía.

El desbalance particular entre competencia y valoración asociados en este cuadrante pueden ser tan severo que el individuo se vuelva bastante vulnerables a desafíos relativamente moderados, problemas sociales cotidianos y hasta lesiones imaginarias. Esta vulnerabilidad usualmente significa convertirse en vigilantes con respecto a percibir amenazas potenciales y mantener un estado de alerta permanente para defenderse de ellos.

De hecho, si la estructura de autoestima de tales personas se convierte en más inestable y frágil, entonces una amenaza a su narcisismo podría desembocar en una fuerte reacción negativa. Después de todo, una caída de un lugar alto es una posibilidad miedosa y las personas reaccionan fuertemente cuando se encuentran en peligro. Además, cuando las emociones con fuertes, es más fácil ceder a los impulsos tales como desear destruir una amenaza que enfrentarla. Por ello, la agresión verbal puede ser utilizada para proteger al self de futuras lesiones o colapsos. Tales individuos pueden llegar a ser tan frágiles o inestables que recurran a algo como la agresión reactiva (ej, venganza) para sanar una herida narcisista.

3. Niveles de Autoestima basado en la Competencia

3.1 Autoestima centrada en los Logros

Las sociedades colectivistas empujan a las personas hacia la dimensión de la valoración de la autoestima, mientras que las sociedades individualistas presionan a las personas hacia un alto valor de logros personales. Por ello, existen personas que viven su autoestima en términos de éxitos y fracasos.

La autoestima centrada en los éxitos es seductiva, básicamente porque el éxito se siente bien y porque nuestra sociedad coloca un valor tan alto sobre él. Mientras que continuemos de tener éxito, recibiremos reconocimientos valorados y recompensas que pueden llegan a enmascarar fácilmente un subyacente sentido de deficiencia.

Frecuentemente las personas que viven este tipo de autoestima se encuentran altamente motivadas, trabajan duro, y a veces se convierten en extraordinarios cumplidores en cualquier área. En esencia, se convierten en sobre-cumplidores y mientras que sigan obteniendo logros, se verán bien frente a las demás personas. De la misma manera, tienden a puntuar alto en tests de autoestima.

Por ejemplo, habiendo sido cuestionadas sus habilidades, su trabajo seriamente criticado, o su proyecto fracasado, es lo suficientemente desestabilizante para evocar reacciones defensivas. Dependiendo del grado y circunstancia, estas reacciones son menores, tales como comparación social y detractores. Pero en otros momentos el grado de fragilidad es lo suficientemente grande para destrozar la alta autoestima y evocar reacciones más agresivas en un intento de obtener lo que uno desea o para alejar un sentido de fracaso.

Perfeccionismo

El perfeccionismo también podría caer en este cuadrante ya que cualquier cosa menor a la perfección es vista como un fracaso, la cual, a su vez, pueda generar un alto grado de auto-critica. En este caso, cada error y cada fracaso pueden convertirse en una amenaza, la cual es dolorosa, aunque no clínicamente significativa.

Por ejemplo, si la falta de experimentarse como una persona valiosa se junta con factores desafortunados, tales como altas expectativas de sí mismo, una cierta vulnerabilidad biológica, ser joven, siendo mujer en una sociedad obsesionada con el peso, siendo flaca, y hacer dieta, entonces la anorexia y condiciones similares devienen un alto riesgo. La misma dinámica puede aplicarse a las demandas de perfeccionismo en un trastorno de personalidad compulsiva.

3.2 Autoestima Antisocial

Dependiendo de cuan astuto, creativo o talentoso sea la personas, un individuo podrá llegar a ser muy bueno en ser exitoso en cualquier área. A veces, tales individuos son bastante agresivos, pero en formas socialmente aceptables. Ejemplos de tales conductas incluyen hombres y mujeres de negocios quienes sin interés alguno destruyen las carreras de los otros para llegar a la cima, corporaciones que obtienen éxito a cualquier costo, políticos motivados por el poder quienes hacen tratos insalvables o peores para salirse con la suya. Cuando tales conductas son exhibidas en formas que entran en conflicto con las reglas de la sociedad, se dice que las personas actúan en formas “antisociales”. Las personas que deliberadamente, conscientemente y consistentemente violan los derechos de los demás para obtener lo que desean no parecen estar interesados en sentirse valeroso, en el sentido en que se aplica este termino de autoestima.

4. Niveles de Alta Autoestima

4.1 Autoestima Media

Este tipo de autoestima es el resultado de la suficiente exposición a experiencias positivas para evitar problemas en esta área, pero no la suficiente para alcanzar un genuino alto estado de la misma. Desde esta perspectiva, un alto nivel de autoestima siempre es visto como deseable, a pesar de que involucra algún costo social tal como la envidia de otras personas.

¿Qué se necesita para tener una autoestima sana?

4.2 Autoestima Auténtica

Lo primero que hay que notar de este tipo de autoestima es que es la única que posee una relación positiva entre ambos factores de autoestima. Se asume que tal autoestima es más segura y estable que los otros tipos debido a su estado de equilibrio.

La forma más alta de autoestima se caracteriza por cuatro cualidades principales:

  • Es lo suficientemente segura para permitir que el individuo perciba y admita sus fallas o limitaciones.
  • Es consistente a través de niveles conscientes (explícitos) y no conscientes (implícitos)
  • Es verdadera en el sentido de que no requiere de una validación constante tanto de la valoración o la competencia.
  • Y es estable, lo cual significa que se encuentra equilibrada a través del tiempo.

Sin embargo no debe confundirse esta autoestima “optima” con la realidad que se vive cotidianamente. En la vida real, se esperaría de la persona con este tipo de autoestima de ser usualmente segura, ya que las personas también poseen días malos; bastante uniforme, porque aprender sobre uno mismo lleva tiempo; generalmente verdadera, ya que las personas se enfrentan con desafíos de la vida de vez en cuando y no se puede esperar que sean manejados a la perfección; y bastante estable, ya que las personas atraviesan periodos de inseguridad durante su vida.

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